viernes, 17 de mayo de 2013

¿Cómo transformar la información en conocimiento?




Perfil de la autora: Gladys Daza Hernández

Colombiana, estudió comunicación en la Universidad Bolívariana de Medellín, cursó una especialización  audiovisual en la Universidad de Navarra, Pamplona – España, e hizo  su doctorado en esta disciplina  en la Universidad Complutense de Madrid – España.

Ha sido investigadora, decana fundadora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Minuto de Dios (Bogotá, Colombia);  profesora universitaria invitada por varias universidades latinoamericanas y autora de varias publicaciones entre ellas: “Los medios audiovisuales  y la catequesis”, “La comunicación con Dios liberador” “Imagen y educación” “Competencias comunicativas”. Desde 1975 en la Conferencia de religiosos de Colombia ha trabajado en el área de comunicación y evangelización, en el CELAM  y en las antiguas  organizaciones de UNDA, UCLAP, OCIC y UCIP, así como con el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales.

Es directora  - fundadora del CEDAL – Comunicación educativa desde 1980 a la fecha, institución desde la cual se han realizado proyectos  audiovisuales  de capacitación a nivel latinoamericano en cine, televisión y video. Actualmente es miembro de la RIIAL y directora de la revista Interacción de Comunicación educativa de CEDAL.


Resumen

Para responder a la pregunta de ¿cómo transformar la información en conocimiento? Se precisa en primer lugar una distinción entre estos conceptos, que en el lenguaje regular se tiende a identificar.

Cuando hablamos de que estamos en la sociedad de la información somos conscientes de que hemos sido desbordados por una “infoxicación” que tiende más bien a la desinformación, a la confusión.

En cambio, no podemos hablar todavía con propiedad de una sociedad del conocimiento, por cuanto el conocimiento implica una transformación de la información por parte del sujeto que conoce, es una construcción personal y social que está basada en la información, pero que no queda reducida a ella. Por lo general, en esta sociedad digital hay acercamiento a las redes más por novedad y curiosidad que por deseo de incrementar conocimientos.

El conocimiento supone una actividad intelectual de percepción, selección, procesamiento y apropiación de la información de interés.

De otra parte, las redes de conocimiento, como nos dice Perre Levy, se construyen o tejen en la medida en que hay unión de intereses, sinergias, intercambio de saberes de las personas que se conectan. Es el empeño actual de la Red UNID en el proceso de consolidación de sus nodos. Es una forma de responder a los retos de la cultura digital a la educación, a la docencia y al interaprendizaje.


Distinción entre información y conocimiento

La pregunta de este artículo lleva implícita la distinción entre información y conocimiento, una confusión que tiende a identificarlos.

El conocimiento implica una transformación de la información por parte del sujeto que conoce, es una construcción personal y social que está basada en la información pero que no queda reducida a ella.

“El conocimiento, a diferencia de la información, es una característica humana; puede haber información que no sepa nadie, pero no puede existir conocimiento que no sepa nadie. Un conocimiento concreto solo sobrevive en mentes que sean capaces de entenderlo” (Shirky, 2010:158).

El conocimiento supone una actividad intelectual de percepción, selección, procesamiento y apropiación de la información de interés. Las estrategias cognitivas sirven para gobernar los procesos que intervienen en el aprendizaje, como la atención, la percepción, el procesamiento de la información, el almacenamiento en la memoria. Inventar métodos para navegar en el mar de la información es el reto de la educación actual.

Se precisan estrategias para buscar información, para valorarla y distinguir lo esencial de lo relativo y cambiante, de lo conveniente e inconveniente, para establecer relaciones entre la nueva información y el conocimiento que se posee.

El conocimiento es un organizador de la información y un orientador de la tecnología, y le otorga sentido a ambos. El conocimiento es una creación humana, pero en todo momento debe ser recreado socialmente mediante individuos, instituciones, medios de información y comunicación para ser adquirido por cada persona en particular (Varios, 2007:127).

El conocimiento es producto de la sociedad, gracias a la interacción de todos los individuos que viven en una comunidad, que se comunican e intercambian bienes culturales. Como producto social, el conocimiento hace referencia a la participación de la sociedad en su construcción, conservación, desarrollo y transmisión.

Las sociedades científicas y académicas generan conocimientos especializados teniendo como antecedente el cúmulo de información que se tiene que recuperar y mantener socialmente. Ante un mundo tecnificado y lleno de información, el conocimiento es lo que le da el carácter social a ambos.

Una red virtual de conocimiento mediante la participación y el intercambio de investigaciones y hallazgos innovadores trata de socializar todo lo que favorece el crecimiento académico y científico de calidad. Aquí se conjugan el tiempo investigativo con el llamado Excedente cognitivo de Shirky, o tiempo de ocio socializado.

De otra parte, una de las preocupaciones de educadores y padres de familia es el uso responsable de las TIC por parte de los niños y jóvenes que buscan indiscriminadamente información en la red. Compartimos a este respecto una información de prensa que da cuenta de las estrategias adoptadas por el Ministerio de Tecnología y Comunicaciones del Gobierno colombiano, dentro del marco de la tendencia mundial, para evitar riesgos informáticos en niños y jóvenes.

 “Esta iniciativa se propone: el aprovechamiento de las TIC, medidas para usarlas de manera segura, responsable, respetuosa y saludable. Entre los riesgos que se pretende evitar están la ciberdependencia, el ciber acoso, el grooming, la pornografía infantil y el sexting. La estrategia incluye la puesta en marcha de varias herramientas y plataformas” (Periódico ADN, pág. 24, 31 agosto de 2012, Bogotá – Colombia).

Una de las tareas principales de los educadores es ayudar a las nuevas generaciones a ser selectivos, críticos y responsables frente a la información que circula en internet.

¿Cómo se teje una red de conocimiento?

Es preciso, como decíamos antes, no confundir la información con conocimiento como nos dice Lorenzo Wilches, la información no produce conocimiento. La saturación de información que circula globalmente, produce lo que se ha llamado la “infoxicación”, o lo que desde el acontecer, se llama desinformación, confusión. El conocimiento exige la acción mediadora por parte de un sujeto, el conocimiento no se imparte, por cualquier medio que sea, sólo puede impartirse información (Wilches, 2001:185).

Pero, por otra parte, la generación del conocimiento tiene siempre un antecedente en el cúmulo de información que se tiene que recuperar y mantener  socialmente (Varios, 2007:129).

Manuel Castells nos dice que la emergencia de la sociedad red, como nueva estructura social dominante en la era de la información es un fenómeno mundial que afecta a todos. Así, las redes informáticas interactivas crecen de modo exponencial, creando nuevas formas y canales de comunicación en una interacción permanente (Castells, 1999:24-28). Este autor nos dice que una red es un conjunto de nodos interconectados. Las redes son formas antiguas de la actividad humana, pero han cobrado nueva vida en la era digital al convertirse en redes de información impulsadas por internet (Castells, 2001:15). Cuantos más nodos haya en una red, mayor es el beneficio de la red para cada nodo individual.

En la dinámica de las redes, internet se convierte en el gran canal de flujo de contenidos a través de la convergencia de múltiples plataformas mediáticas. Así la palabra “convergencia” logra describir los cambios tecnológicos, industriales, culturales y sociales (Jenkins, 2008:14). De ese modo, la convergencia  es un viejo concepto que adopta nuevos significados.

La era de las redes apoyada en el uso  de internet y los recursos de la convergencia ha configurado nuevos ambientes de aprendizaje. Hablamos de educación en red, educación virtual, pero nuevos ambientes de aprendizaje es el concepto más abarcador, por cuanto incluye las amplias posibilidades que ofrecen las tecnologías, como las redes y la virtualidad en el ciberespacio.

Peter Van de Pol, define el e-learning como la ampliación del entorno de aprendizaje, más allá de sus tradicionales límites físicos, geográficos y temporales, a través del uso de las tecnologías digitales en red (Van de Pol, 2006:143).

Se asume que la e de e-learning viene de la palabra electrónico. Para otros supone una simplicidad porque pone el énfasis en lo técnico de un proceso. Lo importante es que permite enseñar y aprender más allá de los límites de la educación tradicional.

Para tejer redes en el ciberespacio se requiere una interactividad, como participación activa de los beneficiarios en la transacción de información. (Levy, 2007:65).

Una red de conocimiento se construye alrededor de intereses comunes, compartiendo proyectos, en un proceso de cooperación e intercambio, de unión de sinergias, esfuerzos y solidaridad.

Las instituciones educativas, sobre todo las universidades, se han unido poco a poco en estos procesos de tejer redes de conocimiento.

La e-investigación está cambiando las prácticas de la investigación social en la incorporación de herramientas digitales avanzadas para el procesamiento de datos y el incremento de la colaboración científica. José Luis Piñuel y otros investigadores iberoamericanos han realizado un estudio en el campo de la comunicación durante los últimos meses de 2011. Aplicaron una encuesta en línea a un total de 316 investigadores de la región. En general, los resultados confirman una actitud positiva hacia la e-investigación y un uso frecuente de las e-herramientas básicas como el correo electrónico, las videoconferencias, el software de oficina o redes sociales. Manifestaron no usar tecnologías avanzadas para procesar cantidad de datos como programas de simulación o internet 2.

Algunos investigadores tienen un uso intensivo 31% de las e-herramientas o frecuente 53%. El 22% aseguró que la capacidad de su computadora personal era insuficiente para manejar y procesar datos.

De este modo, el paradigma de la e-ciencia está actualmente transformando las dinámicas y herramientas de la investigación científica. Se imponen términos como ciberciecia o ciberinfraestructura (Piñuel y otros, 2013:111 – 112).

En los resultados de esa investigación, se pudo confirmar la actitud positiva hacia la e-investigación, por cuanto el 69,14%  calificó de muy beneficiosa el uso de tecnologías digitales en la investigación.

De manera general, se demostró que para una parte considerable de los académicos, existe una relación directa entre la calidad de la investigación y el uso de las TIC.

En cuanto a la comunicación y colaboración científica emplearon en su orden de frecuencia las siguientes e-herramientas:
Correo electrónico: 81,33%; redes sociales: 62,34% (Facebook y Twitter); entornos virtuales de colaboración: 48,10%; videoconferencia: 46,52%.

En las conclusiones de este estudio exploratorio, se constata que los países de la región iberoamericana no cuentan con asignaciones gubernamentales especializadas en la promoción de la e-investigación y las asociaciones científicas especializadas en comunicación, como la ALAIC, apenas están fomentando acciones al respecto.

Hay necesidad de crear comunidades virtuales, redes de conocimiento para fortalecer la investigación y la creación de colaboratorios.

La Red UNID (Red Universitaria de investigación en cultura digital) nacida en el seno de la RIIAL, CELAM y CEDAL, está en proceso de consolidación de sus cuatro nodos: sur, centro, andino y  caribe en el continente latinoamericano. Tiene como antecedente un estudio realizado en 2010 y 2011 sobre “Incidencia de la cultura digital en la sociedad latinoamericana”. Participaron 16 universidades de 10 países del continente, se editaron dos publicaciones: digital e impresa, titulada Cultura digital en América Latina.

En esa investigación, los profesores de una las experiencias fueron objeto investigativo y se complementó con la indagación de los estudiantes en cuanto al uso de las e-herramientas para el aprendizaje.

En la mayor parte de las experiencias, los investigadores fueron sujetos, de acuerdo con los campos temáticos derivados de sus líneas investigativas en las facultades de comunicación.

Podríamos decir que en términos generales, los resultados referentes al uso de las e-herramientas no difiere mucho de los de la investigación exploratoria iberoamericana.

La red UNID ha partido de una iniciativa autónoma, sin esperar la colaboración de los organismos gubernamentales especializados en la promoción de la e-investigación, ni de las asociaciones científicas de comunicación como sería lo ideal, conscientes de que se hace urgente dar respuestas a las nuevas necesidades de la docencia y del interaprendizaje en la era digital.

En este momento se está en el proceso de fortalecer los nodos para dar una mejor respuesta a las necesidades investigativas de las regiones, tratando de articular ejes o campos temáticos similares y poder partir de un diagnóstico del uso de las e-herramientas por parte de docentes y estudiantes, lo cual permitirá traer indicadores que orienten mejor la acción investigativa.

Necesitamos unir sinergias e intereses para acertar en estas búsquedas de caminos ante los retos y desafíos educativos del mundo digital en que estamos inmersos.


Referencias bibliográficas

-                                                     Castells, Manuel. (2001) La galaxia internet, Barcelona, Plaza & Janés. Edit.

-                                                     Castells, Manuel. (1999) La era de la información, Vol.1, La sociedad red, Madrid, Alianza Ed.

-                                                     Jenkins, Henry. (2006) La cultura de la convergencia de los medios de comunicación, Barcelona, Editorial Paidós

-       Levy. Pierre. (2007) Cibercultura,  Barcelona, Ed. Anthropos

-       Shirky, Clay. (2010) Excedente cognitivo, Barcelona, Ed. Planeta

-                                                     Van de Pol, Peter y otro. (2006) E-learning, comunicación y educación, San José – Costa Rica, Edición RNTC.

-                                                     Varios. (2013) “La e investigación de la comunicación: actitudes, herramientas y prácticas en investigadores iberoamericanos” en revista Comunicar, Loja-Ecuador,  Universidad Técnica particular de Loja. 40, XX

-       Varios. (2010) Educomunicación más allá del 2.0, Barcelona, Ed. Gedisa

-                                                     Varios (2007) Hacia la sociedad del conocimiento, México D. F.  Ed. Trillas
-       Wilches, Lorenzo, (2001) La mirgración digital, Barcelona, Ed. Gedisa

About Syed Faizan Ali

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2 comentarios:

  1. excelente reseña. como podría aplicarse la creación de redes de conocimiento en el sector empresarial? que estrategias habría que seguir para hacer algo análogo en dicho sector?

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  2. excelente material, que estrategias podrían ayudar a crear redes de conocimiento pero en el sector empresarial ? y en que podrían contribuir dichas redes a la sociedad?

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