Perfil de la autora: Gladys
Daza Hernández
Colombiana,
estudió comunicación en la Universidad Bolívariana de Medellín, cursó una
especialización audiovisual en la
Universidad de Navarra, Pamplona – España, e hizo su doctorado en esta disciplina en la Universidad Complutense de Madrid –
España.
Ha
sido investigadora, decana fundadora de la Facultad de Ciencias de la
Comunicación de la Universidad Minuto de Dios (Bogotá, Colombia); profesora universitaria invitada por varias
universidades latinoamericanas y autora de varias publicaciones entre ellas:
“Los medios audiovisuales y la
catequesis”, “La comunicación con Dios liberador” “Imagen y educación”
“Competencias comunicativas”. Desde 1975 en la Conferencia de religiosos de
Colombia ha trabajado en el área de comunicación y evangelización, en el
CELAM y en las antiguas organizaciones de UNDA, UCLAP, OCIC y UCIP,
así como con el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales.
Es
directora - fundadora del CEDAL –
Comunicación educativa desde 1980 a la fecha, institución desde la cual se han
realizado proyectos audiovisuales de capacitación a nivel latinoamericano en cine,
televisión y video. Actualmente es miembro de la RIIAL y directora de la revista
Interacción de Comunicación educativa de CEDAL.
Resumen
Para
responder a la pregunta de ¿cómo transformar la información en conocimiento? Se
precisa en primer lugar una distinción entre estos conceptos, que en el
lenguaje regular se tiende a identificar.
Cuando
hablamos de que estamos en la sociedad
de la información somos conscientes de que hemos sido desbordados por una
“infoxicación” que tiende más bien a la desinformación, a la confusión.
En
cambio, no podemos hablar todavía con propiedad de una sociedad del conocimiento, por cuanto el conocimiento implica una
transformación de la información por parte del sujeto que conoce, es una
construcción personal y social que está basada en la información, pero que no
queda reducida a ella. Por lo general, en esta sociedad digital hay
acercamiento a las redes más por novedad y curiosidad que por deseo de
incrementar conocimientos.
El
conocimiento supone una actividad intelectual de percepción, selección,
procesamiento y apropiación de la información de interés.
De
otra parte, las redes de conocimiento, como nos dice Perre Levy, se construyen
o tejen en la medida en que hay unión de intereses, sinergias, intercambio de
saberes de las personas que se conectan. Es el empeño actual de la Red UNID en
el proceso de consolidación de sus nodos. Es una forma de responder a los retos
de la cultura digital a la educación, a la docencia y al interaprendizaje.
Distinción entre información y conocimiento
La
pregunta de este artículo lleva implícita la distinción entre información y
conocimiento, una confusión que tiende a identificarlos.
El
conocimiento implica una transformación de la información por parte del sujeto
que conoce, es una construcción personal y social que está basada en la
información pero que no queda reducida a ella.
“El conocimiento, a diferencia de la
información, es una característica humana; puede haber información que no sepa
nadie, pero no puede existir conocimiento que no sepa nadie. Un conocimiento
concreto solo sobrevive en mentes que sean capaces de
entenderlo” (Shirky,
2010:158).
El conocimiento
supone una actividad intelectual de percepción, selección, procesamiento y
apropiación de la información de interés. Las estrategias cognitivas sirven
para gobernar los procesos que intervienen en el aprendizaje, como la atención,
la percepción, el procesamiento de la información, el almacenamiento en la
memoria. Inventar métodos para navegar en el mar de la información es el reto
de la educación actual.
Se precisan
estrategias para buscar información, para valorarla y distinguir lo esencial de
lo relativo y cambiante, de lo conveniente e inconveniente, para establecer
relaciones entre la nueva información y el conocimiento que se posee.
El conocimiento es
un organizador de la información y un orientador de la tecnología, y le otorga
sentido a ambos. El conocimiento es una creación humana, pero en todo momento
debe ser recreado socialmente mediante individuos, instituciones, medios de
información y comunicación para ser adquirido por cada persona en particular
(Varios, 2007:127).
El conocimiento es
producto de la sociedad, gracias a la interacción de todos los individuos que
viven en una comunidad, que se comunican e intercambian bienes culturales. Como
producto social, el conocimiento hace referencia a la participación de la
sociedad en su construcción, conservación, desarrollo y transmisión.
Las sociedades
científicas y académicas generan conocimientos especializados teniendo como
antecedente el cúmulo de información que se tiene que recuperar y mantener
socialmente. Ante un mundo tecnificado y lleno de información, el conocimiento
es lo que le da el carácter social a ambos.
Una red virtual de
conocimiento mediante la participación y el intercambio de investigaciones y
hallazgos innovadores trata de socializar todo lo que favorece el crecimiento
académico y científico de calidad. Aquí se conjugan el tiempo investigativo con
el llamado Excedente
cognitivo de Shirky, o tiempo de ocio socializado.
De otra parte, una
de las preocupaciones de educadores y padres de familia es el uso responsable
de las TIC por parte de los niños y jóvenes que buscan indiscriminadamente
información en la red. Compartimos a este respecto una información de prensa
que da cuenta de las estrategias adoptadas por el Ministerio de Tecnología y
Comunicaciones del Gobierno colombiano, dentro del marco de la tendencia
mundial, para evitar riesgos informáticos en niños y jóvenes.
“Esta iniciativa se propone: el
aprovechamiento de las TIC, medidas para usarlas de manera segura, responsable,
respetuosa y saludable. Entre los riesgos que se pretende evitar están la
ciberdependencia, el ciber acoso, el grooming, la pornografía infantil y el
sexting. La estrategia incluye la puesta en marcha de varias herramientas y
plataformas” (Periódico ADN, pág. 24, 31 agosto de 2012, Bogotá –
Colombia).
Una de las tareas
principales de los educadores es ayudar a las nuevas generaciones a ser
selectivos, críticos y responsables frente a la información que circula en
internet.
¿Cómo se teje una red de conocimiento?
Es preciso, como
decíamos antes, no confundir la información con conocimiento como nos dice
Lorenzo Wilches, la información no produce conocimiento. La saturación de
información que circula globalmente, produce lo que se ha llamado la
“infoxicación”, o lo que desde el acontecer, se llama desinformación,
confusión. El conocimiento exige la acción mediadora por parte de un sujeto, el
conocimiento no se imparte, por cualquier medio que sea, sólo puede impartirse
información (Wilches, 2001:185).
Pero, por otra
parte, la generación del conocimiento tiene siempre un antecedente en el cúmulo
de información que se tiene que recuperar y mantener socialmente (Varios, 2007:129).
Manuel Castells
nos dice que la emergencia de la sociedad red, como nueva estructura social
dominante en la era de la información es un fenómeno mundial que afecta a
todos. Así, las redes informáticas interactivas crecen de modo exponencial,
creando nuevas formas y canales de comunicación en una interacción permanente (Castells,
1999:24-28). Este autor nos dice que una red es un conjunto de nodos
interconectados. Las redes son formas antiguas de la actividad humana, pero han
cobrado nueva vida en la era digital al convertirse en redes de información
impulsadas por internet (Castells, 2001:15). Cuantos más nodos haya en una red,
mayor es el beneficio de la red para cada nodo individual.
En la dinámica de
las redes, internet se convierte en el gran canal de flujo de contenidos a
través de la convergencia de múltiples plataformas mediáticas. Así la palabra
“convergencia” logra describir los cambios tecnológicos, industriales, culturales
y sociales (Jenkins, 2008:14). De ese modo, la convergencia es un viejo concepto que adopta nuevos
significados.
La era de las
redes apoyada en el uso de internet y
los recursos de la convergencia ha configurado nuevos ambientes de aprendizaje.
Hablamos de educación en red, educación virtual, pero nuevos ambientes de
aprendizaje es el concepto más abarcador, por cuanto incluye las amplias posibilidades
que ofrecen las tecnologías, como las redes y la virtualidad en el
ciberespacio.
Peter Van de Pol,
define el e-learning como la ampliación del entorno de
aprendizaje, más allá de sus tradicionales límites físicos, geográficos y
temporales, a través del uso de las tecnologías digitales en red (Van de Pol,
2006:143).
Se asume que la e
de e-learning viene de la palabra electrónico. Para
otros supone una simplicidad porque pone el énfasis en lo técnico de un
proceso. Lo importante es que permite enseñar y aprender más allá de los
límites de la educación tradicional.
Para tejer redes
en el ciberespacio se requiere una interactividad,
como participación activa de los beneficiarios en la transacción de
información. (Levy, 2007:65).
Una red de conocimiento
se construye alrededor de intereses comunes, compartiendo proyectos, en un
proceso de cooperación e intercambio, de unión de sinergias, esfuerzos y
solidaridad.
Las instituciones
educativas, sobre todo las universidades, se han unido poco a poco en estos
procesos de tejer redes de conocimiento.
La e-investigación
está cambiando las prácticas de la investigación social en la incorporación de
herramientas digitales avanzadas para el procesamiento de datos y el incremento
de la colaboración científica. José Luis Piñuel y otros investigadores
iberoamericanos han realizado un estudio en el campo de la comunicación durante
los últimos meses de 2011. Aplicaron una encuesta en línea a un total de 316
investigadores de la región. En general, los resultados confirman una actitud
positiva hacia la e-investigación y un uso frecuente de las e-herramientas
básicas como el correo electrónico, las videoconferencias, el software de
oficina o redes sociales. Manifestaron no usar tecnologías avanzadas para
procesar cantidad de datos como programas de simulación o internet 2.
Algunos
investigadores tienen un uso intensivo 31% de las e-herramientas o frecuente
53%. El 22% aseguró que la capacidad de su computadora personal era
insuficiente para manejar y procesar datos.
De este modo, el
paradigma de la e-ciencia está actualmente transformando las dinámicas y
herramientas de la investigación científica. Se imponen términos como
ciberciecia o ciberinfraestructura (Piñuel y otros, 2013:111 – 112).
En los resultados
de esa investigación, se pudo confirmar la actitud positiva hacia la
e-investigación, por cuanto el 69,14%
calificó de muy beneficiosa el uso de tecnologías digitales en la
investigación.
De manera general,
se demostró que para una parte considerable de los académicos, existe una
relación directa entre la calidad de la investigación y el uso de las TIC.
En cuanto a la
comunicación y colaboración científica emplearon en su orden de frecuencia las
siguientes e-herramientas:
Correo
electrónico: 81,33%; redes sociales: 62,34% (Facebook y Twitter); entornos
virtuales de colaboración: 48,10%; videoconferencia: 46,52%.
En las
conclusiones de este estudio exploratorio, se constata que los países de la
región iberoamericana no cuentan con asignaciones gubernamentales especializadas
en la promoción de la e-investigación y las asociaciones científicas
especializadas en comunicación, como la ALAIC, apenas están fomentando acciones
al respecto.
Hay necesidad de
crear comunidades virtuales, redes de conocimiento para fortalecer la
investigación y la creación de colaboratorios.
La Red UNID (Red
Universitaria de investigación en cultura digital) nacida en el seno de la
RIIAL, CELAM y CEDAL, está en proceso de consolidación de sus cuatro nodos:
sur, centro, andino y caribe en el
continente latinoamericano. Tiene como antecedente un estudio realizado en 2010
y 2011 sobre “Incidencia de la cultura digital en la sociedad latinoamericana”.
Participaron 16 universidades de 10 países del continente, se editaron dos
publicaciones: digital e impresa, titulada Cultura
digital en América Latina.
En esa
investigación, los profesores de una las experiencias fueron objeto
investigativo y se complementó con la indagación de los estudiantes en cuanto
al uso de las e-herramientas para el aprendizaje.
En la mayor parte
de las experiencias, los investigadores fueron sujetos, de acuerdo con los
campos temáticos derivados de sus líneas investigativas en las facultades de
comunicación.
Podríamos decir
que en términos generales, los resultados referentes al uso de las
e-herramientas no difiere mucho de los de la investigación exploratoria
iberoamericana.
La red UNID ha
partido de una iniciativa autónoma, sin esperar la colaboración de los
organismos gubernamentales especializados en la promoción de la
e-investigación, ni de las asociaciones científicas de comunicación como sería
lo ideal, conscientes de que se hace urgente dar respuestas a las nuevas
necesidades de la docencia y del interaprendizaje en la era digital.
En este momento se
está en el proceso de fortalecer los nodos para dar una mejor respuesta a las
necesidades investigativas de las regiones, tratando de articular ejes o campos
temáticos similares y poder partir de un diagnóstico del uso de las
e-herramientas por parte de docentes y estudiantes, lo cual permitirá traer
indicadores que orienten mejor la acción investigativa.
Necesitamos unir
sinergias e intereses para acertar en estas búsquedas de caminos ante los retos
y desafíos educativos del mundo digital en que estamos inmersos.
Referencias bibliográficas
-
Castells, Manuel. (2001) La
galaxia internet, Barcelona, Plaza & Janés. Edit.
-
Castells, Manuel. (1999) La
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sociedad red, Madrid, Alianza Ed.
-
Jenkins, Henry. (2006) La
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Barcelona, Editorial Paidós
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Levy. Pierre. (2007) Cibercultura,
Barcelona, Ed. Anthropos
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Shirky, Clay. (2010) Excedente
cognitivo, Barcelona, Ed. Planeta
-
Van de Pol, Peter y otro. (2006) E-learning,
comunicación y educación, San José – Costa Rica, Edición RNTC.
-
Varios. (2013) “La e investigación de la
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iberoamericanos” en revista Comunicar,
Loja-Ecuador, Universidad Técnica
particular de Loja. 40, XX
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Varios. (2010) Educomunicación
más allá del 2.0, Barcelona, Ed. Gedisa
-
Varios (2007) Hacia la
sociedad del conocimiento, México D. F. Ed. Trillas
-
Wilches, Lorenzo, (2001) La
mirgración digital, Barcelona, Ed. Gedisa
excelente reseña. como podría aplicarse la creación de redes de conocimiento en el sector empresarial? que estrategias habría que seguir para hacer algo análogo en dicho sector?
ResponderEliminarexcelente material, que estrategias podrían ayudar a crear redes de conocimiento pero en el sector empresarial ? y en que podrían contribuir dichas redes a la sociedad?
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